En la zona centro-este de Caracas existe un aeropuerto pequeño, Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, antiguamente llamada La Carlota o según su código ICAO aeropuerto SVFM. Este aeropuerto realiza operaciones diarias desde la salida, hasta la puesta del sol. Lo que quiere decir que la Capital de Venezuela es una ciudad con tráfico aéreo constante.
En UPDRONE tenemos desde el 2018 realizando operaciones con aeronaves no tripuladas (Drones) en los cielos Caraqueños, en constante comunicaciones con la torre de control, bajo la generación de un NOTAM por parte de los servicios de la navegación aérea de la autoridad aeronáutica Venezolana por cada operación que realizamos. Actualmente, gracias a los avances tecnológicos, contamos con drones que tienen un sistema ADS-B, el cual nos permite detectar aeronaves tripuladas desde lejanas distancias, y en consecuencia tomar las previsiones adicionales a las que establece las regulaciones y obviamente el sentido común.
Para volar un dron cerca de un aeropuerto se debe tener una alta conciencia situacional, ser estrictamente redundante en todos los procesos y protocolos de seguridad operacional, y tener soluciones alternas para la mitigación de riesgos y prevención de accidentes. Con más de mil (1000) horas de vuelo en las inmediaciones de un aeropuerto, podemos decir que si es posible integrar esta tecnología (DRONES) en un espacio aéreo controlado CLASE D, de forma segura y eficiente, sin representar un peligro para la aviación gracias a nuestra visión enfocada en la seguridad operacional aeronáutica.
Sin embargo, vemos con mucha preocupación la desmedida cantidad de vuelos de drones que se están realizando en estas mismas inmediaciones de la Capital de Venezuela, que carecen de ningún tipo de protocolo, conocimiento e información a los aviadores o de las misiones (NOTAM) y que además no están autorizadas por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) y representan un alto riesgo y peligro para las operaciones aéreas en general.
Constantemente UPDRONE hace un llamado a aquellos usuarios de drones a que se licencien y certifiquen sus empresas para poder volar en estos espacios tan álgidos, y que representan riesgos significativos para los que no tienen conocimientos y experiencia aeronáutica. Volar un dron en las cercanías de un aeropuerto no es un juego, es una operación aeronáutica, y toda la población debe estar consciente de ello, no solo quien lo vuela, sino también quien lo apoya o promueve.
Comprender y conocer la fraseología aeronáutica, conocer las limitaciones de la aeronave, estudiar las rutas aéreas, mantenerse en contacto con torre de control, tener una tripulación entrenada con un observador atento al tráfico aéreo, una calibración adecuada del sistema ADS-B, todos estos condicionantes son claves para hacer mantener la seguridad y mitigar el riesgo en este tipo de operaciones.
Los Drones son aeronaves, y estos deben estar en manos de profesionales. Si quieres ser un piloto de drone, debes convertirte en un profesional de la aviación.
NO SOMOS DRONEROS, SOMOS AVIADORES.
Manuel Ignacio Pérez Pan Dávila
CEO – FOUNDER